El Diario Austral de Osorno

"Tiene cáncer", fue el frío diagnóstico entregado a Egon Bartsch con la tranquilidad profesional de los médicos acostumbrados al trato con pacientes que deben enfrentar uno de los peores anuncios para su salud. Hace poco más de un año y debido a algunos malestares, en Chillán primero y luego en Valdivia, los médicos le diagnosticaron un cáncer a la próstata, que comprometía a los huesos de la cadera, lo que derrumbó la tranquilidad familiar de este ingeniero forestal de 51 años.

"Lo asumí como un desafío al que había que vencer, no así mi familia, que consideró que olía a autopsia, por todo lo que sabemos del cáncer y los efectos que se conocen aún hoy", recuerda el profesional del rubro maderero. Su hermana menor leyó un artículo sobre la medicina alternativa o complementaria y le dijo que en Osorno atendía un especialista que venía desde la capital, "ya te pedí una hora". Con el diagnóstico lapidario en Chillán y Valdivia, tenía poco que perder. "Con el informe del examen, de un cáncer extendido a los huesos y el ofrecimiento del médico para iniciar quimioterapia a la brevedad, lo repensé y fui donde el terapeuta en Osorno".

Helmuth Moeller, especialista en biomagnetismo médico, de entrada le dijo que no era cáncer, pero más esperanzas tuvo cuando le señaló que los resultados se verían en unas cuatro sesiones. El elemento a usar en la cura eran imanes, ubicados en diferentes partes del cuerpo. "Para serte franco, no creí mucho, pero en la segunda sesión me sentí mucho mejor y con toda la presión de no saber dónde ir, busqué en internet la literatura y testimonios que existían sobre esta forma alternativa y supe de la visita que haría a Chile en octubre de 2005, el afamado médico mexicano, Isaac Goiz Durán. 

SANO

Partió a Santiago, y después de comprobar que el cáncer era un recuerdo certificado mediante nuevos exámenes radiológicos, se integró a las jornadas de estudio que le permiten hoy ser uno de los terapeutas del Colegio de Biomagnetismo Médico de Chile. "Te entiendo cuando dices que no crees mucho. Santo Tomás dijo ver para creer; a mí me pasó lo mismo y hoy trato de ayudar a quienes tienen problemas, usando esta forma complementaria, que no compite con la tradicional, sino que abre vías desconocidas para la mayoría; pero que poco a poco comienzan a tomar peso en el mundo".

Explica que una vez puesto el imán en una zona determinada del cuerpo, se genera una reacción del organismo que lleva a instalar el otro imán de polaridad contraria con lo cual se genera un movimiento de electrones que posibilita el exterminio de virus, bacterias, hongos o parásitos, que causan la mayoría de las enfermedades graves humanas.

El biomagnetismo no es invasivo y su mayor mérito es la regeneración de las células, que da armonía al cuerpo, lo equilibra con las cargas magnéticas y reordena el funcionamiento del sistema de vida.

Anticipa que pronto tendrá un título reconocido por el Estado. "Los entes que certifican esta actividad piden mil 600 horas académicas, de ellas tengo una parte importante como ingeniero forestal, por lo que deberé completar otras mil en la universidad para que nos reconozca el Ministerio de Salud.

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